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Viendo la proliferación de empresas que compiten con Uber, la cantidad de conductores que se prepararon para otra profesión mientras que pasan horas sentados en el tráfico, me pregunto: ¿podemos hacerlo mejor?

¿Podemos, como pasajeros, elegir con nuestros destinos, impulsar el del conductor?

¿Podemos presionar a las empresas a dar mejores condiciones a sus empleados mas que mejores precios?

¿Podemos premiar en los conductores acciones que los impulsen y acerquen a sus sueños?

Imagina que llegara una empresa que ofreciera: contratar conductores en vías a colocarse en el mercado laboral, que pagar un % de horas para que completen el curso que les haga la diferencia, que permitiera que le dones a su estudio, o mejor aún, le conectes con una oportunidad laboral.

Imagina una empresa que contrata conductores y crea que el sistema que como comunidad, les ayuda a al cabo de «x» años, lograr mobilidad. La conducción como vía pero no destino.