Siempre he tenido una vena social. Me siento muy agradecida de todo lo que he tenido en la vida; la casa en la que nací, los amigos, las comodidades, las experiencias y las oportunidades. 

Nada me ha reforzado este sentimiento más que ser mamá.  Ver lo protegidas, queridas, consentidas y tranquilas que están mis dos changas, me sensibiliza a la contrastante situación que viven tantos niños en México y el mundo. 

Me dan ganas de poder resolverle la vida a todos y cada uno de los niños de la calle. Pero no tengo tiempo, y de acuerdo a lo que he investigado, tampoco es la solución al problema de raíz. 

Así fue como nació Proyecto Nutre; un esfuerzo por crear una comunidad que de manera colaborativa, sistemática y auto-sustentable, lleve 1 comida completa al día a niños con escasos recursos. 

Inicialmente, lo pensé en los parques – pero no conseguí el permiso de la delegación

Al invitar a los colonos de mi colonia, tuve la oportunidad de platicar con un miembro muy inteligente, enterado y activo, que me hizo ver como los niños de la calle (especialmente de zonas acomodadas como la Colonia Polanco), son víctimas de una mafia. «Lleva la comida donde hága falta, donde estén los hijos de papás que ya están haciendo un esfuerzo por mandarlos a la escuela, donde haga una diferencia»

Ahí fue donde el proyecto migró de iniciativa de parques a escuelas públicas de zonas muy pobres. 

¿Dónde estamos hoy? intentando retomar el proyecto después de salir de la primera etapa de mi segunda maternidad.  Tratándo de entender a través de qué órgano público y con qué sistema, podré lograr que más comidas lleguen a más niños. 

Les comparto el blog – algo atrasado y todavía bajo el esquema original. Ahora que empiezo a retomar todos mis proyectos, espero poder vovler a inyectarle vida.

http://proyecto-nutre.tumblr.com/