Estuve en Tijuana la semana pasada, en donde, además de comer delicioso y pasar unas magníficas vacaciones, tuve el disgusto de ver el nuevo muro de Trump. Me enojé, me indigné, me ardí, y después, dejé de ver el muro y empecé a ver un mural. Kilómetros y kilómetros de lienzo en los que podríamos, que digo, deberíamos, capturar a manera de viñetas, las cientos, de miles, de millones de babosadas que nuestro adorable neighbour ha dicho, hecho (y sobre todo, tuiteado).

Quiero convocar a todos los ilustradores de México a dibujar, la frase, acción, tuit, u omisión del güero, para así, convertir SU muro, en NUESTRA tira cómica y bitácora de las estupideces de nuestro vecino.

Foto de: http://sintesistv.com.mx/