Estoy verdaderamente desatada! Comiendo chatarra mañana, tarde y noche. Es como si hubiera retomado el cigarro, pero ahora en la forma de frituras varias. Sabritas, Barcel, ACME, MOY, Restaurante,,, fritanga, papas fritas, papas a la francesa, ¡horror!  y no puedo frenar. Me urge encontrar 1. la razón de esta recaída y locura, 2. la forma de frenar. Me duele todo, la sal, la grasa, la papa, todo me está cayendo cada vez más pesado. ¿Qué será?  Pienso que ansiedad, pero curiosamente me siento menos ansiosa.

Contacté una nutrióloga, pero una semana y 4 recados después no sé nada de ella, así que claramente no es para mi. Si la nutrióloga se esconde, estoy perdida, la que se esconde soy yo.

Hoy me tocó ir a terapia, y platicábamos de las expectativas de género de antes y de ahora. Curiosamente, mi ex terapeuta, tenía una visión más tradicional. La visión tradicional de género, deposita casi el grueso de la vida emocional de la familia en la mujer. La mujer como el termómetro y regulador de la emocionalidad del hogar. De ella, de los hijos, del esposo. Mi terapeuta nueva, aparentemente, es menos tradicional. Ella le apuesta más a una corresponsabilidad. Un trabajo en el que ambos cargan, ambos contienen.  Está interesante pensarlo, yo estaba muy asumida por un lado a cargar con la responsabilidad, y por otro casada con un cuate que es bastante equilibrado (creo que hasta más que yo), pero me gustó evaluar, empezando porque no acabo de captar que esto de la emocionalidad del hogar. Yo lo traduje a ser la que contiene, la que aguanta vara, la que escucha, y como se me da poco,,, a sentirme culpable de no poder hacerlo como a mi me gustaría.

Me estaré observando, observando a toño, observando la emocionalidad. Veré qué captó, quién carga qué, qué es qué.

Otra cosa, de plano prefiero escribir esto al despertar, lo primero en la mañana, traigo el fusible pegado ya caray! ya solo pienso en escribir:

Tele

Tele

Dormir

Traigo tantas ganas de hacer cosas, como que despertó mi bestia creativa y no veo de dónde sacar el tiempo, no quiero estar menos, pero no quiero regresar a tanta y sólo maternidad. Una vez más, quiero el queso y la leche. Quiero todo. Bueno, con poder dormir 6 horas y no 9 como duermo.

Por lo pronto mi interpretación de salud emocional familiar, es cuidarme más, cuidar mi nivel de energía, guardar RAM para contener a las chavas, para acompañar en lo difícil de esta etapa que me saca de quicio como «ir al baño sola», «tener paciencia para dejarlas hacer las cosas ellas, sin ayuda, solitas, a uno por hora!!!!!.  Estar menos jetona o cansada cuando llegue toño de la oficina. En general, tener mejor humor. Cargar pilas, tener pilas, para ladrar menos. Cargarme menos, para cargar más. Si es que eso se puede.