18 de octubre de 2018

Me mandaron un video por whatsapp (de esos que rara vez abro) y me cambió. El video se llama «What do you practice?». Está grabado con pésima luz, casi no se oye el chavito hablar, pero el mensaje es simple:

«What do you practice?» o traducido, «¿En qué te estás haciendo bueno?» o «haciendo experto/a».

La premisa es: en lo que practiques, por fuerza de gravedad, te harás más bueno cada día. Así que si practicas pedir mal las cosas, vas a ser buenísimo en eso. Si practicas verle el lado bueno a las cosas, vas a ser buenísimo en eso.

Me quedé pensando, ¿en qué me he hecho buenísima en mis casi 40 años de vida?.

¿En qué quiero ser buenísima?

Como que me pasa que pienso «quiero ser feliz», «quiero sentirme relajada», pero son conceptos abstractos, no estoy practicando nada en concreto para lograr esa meta.  En cambio, con esta perspectiva, me doy cuenta de las prácticas que tengo que me han hecho buenísima en ser estresadísima, buenísima en no ser tan feliz como podría.

Voy a practicar confiar en que el tiempo SIEMPRE es suficiente. En que alcanzo a escribir este post antes de irme a la oficina, a hacer ejercicio con calma, a acostar a las niñas un poquito más tarde de lo que desearía.

Voy a practicar el no juzgar, entender que lo que hace, dice, piensa, siente el otro, POCO tiene que ver conmigo. Hay un universo de historias en su cabeza, un mundo de emociones en su corazón.

Voy a practicar estar en paz con SER como soy, lo que soy, desde la mejor de las intensiones y sin ninguna perfección, confiando que hay más bueno que malo y que mi balance es suficiente.

Voy a practicar el confiar en mi, en que puedo lograr que me proponga: si lo intento, si le insisto, si pido ayuda cuando hace falta, si descanso cuando me sienta tronada. En lugar de practicar el miedo a no lograrlo, la duda de intentarlo, el terror a la sensación de frustración.

Voy a practicar disfrutar y agradecer, lo que haya, como venga, aceptar que hay un chorro de cosas que me desesperan, que no me gustan, que me aburren, que me chocan, sentirlo, asumirlo, pero dejarlo ir, para entonces, practicar que puedo conectarme con lo bueno, después de haber digerido lo que no me gusta.

Voy a practicar ser saludable, hacer ejercicio, comer mas sano, cuidar mi cuerpo, no como tarea, no como obligación, sino como un deseo de estar fuerte, sana, de quererme, de cuidarme, como me gustaría que mis hijas cuiden el suyo.

Voy a practicar dejar el control, soy buenísima controlando, teniendo dolor de panza por «lo que podría ser», «que tal que», y mejor practicar el confiar que habrán momentos difíciles seguro, pero con suerte pocos, y quien sabe cuándo o cuántos, que no voy a estar preparada, pero que tampoco me voy a morir por ellos.

Voy a practicar no definirme por lo que no he logrado, sino por lo que he sí, por esos miles de aprendizajes que he ido acumulando en la vida. Dejar de practicar aplaudirme cuando el mundo me aplauda, sino reconocerme por que sí, porque todos los días me despierto, y trato de hacer lo mejor que puedo con lo que tengo, de sacarle jugo a estar aquí, de dar lo mejor que pueda a los que me rodean, al mundo al que llegué.

Pueden ver el video «what do you practice?» aquí

Pero mejor, piensen en qué les gustaría ser buenísimos o buenísimas.