Los fundadores de la firma habían trabajado en prestigiosas firmas de abogados en México. Habiendo prestado sus servicios en litigios, pronto se dieron cuenta que 1) es fácil caer en controversia, 2) muchas de las controversias pueden ser evitadas o enfrentadas desde una posición más sólida con buenas prácticas legales, 3) para el equipo legal como para el abogado, es una mejor inversión de tiempo y recursos el trabajar por una posición sólida que por defenderse.
Para los fundadores, lo que los clientes necesitan no es un despacho que de servicios legales, sino una consultoría que les cambie la mentalidad acerca de la posición que quieren para su empresa. De una empresa que se defiende a los golpes, a una empresa que decide cuándo, cómo y si acaso habrán golpes.