LAZARILLOS
Yo creo que para mi las personas más cercanas que tengo, con las que disfruto platicar más, son lo que los lentes a los miopes. No son sus oídos los que me ayudan a ver mejor, sino su boca, su cerebro, su forma de entender la vida. Porque cuando me ‘pasa’ algo, lo único que puedo ver es el humo en la nariz o el nudo en el estómago. Se me revuelve la emoción, el pensamiento y en ocasiones hasta el artículo del verbo. Ya no sé si me pasa, me pasó, me pasé, se pasaron, o pasará.
Hay personas que me ayudan a distinguir dentro del bosque, los abedules, pinos, hayas, robles, ó alcornoques. Entre sus palabras me revelo, como guías en una mina, su voz hace de lámpara en el infinito recorrido de mis túneles, pasillos y pasadizos.
Los domingos, traen consigo la columna semanal de Juan José Millás. Me parece especial e interesante el texto que resulta de la imagen que elige. En un esfuerzo por ampliar los temas de los que escribo, me he propuesto, responder – también semanalmente – con otro texto a la imagen y/o al texto de su columna.
Haz clic para leer la maravillosa columna de Juan José Millás en el País Semanal
Cada uno de nosotros es ya en cierto modo un bulto
