NORMALIDAD INVISIBLE
NORMALIDAD INVISIBLE
A mi no me importa ser escritora, o maratonista, actriz o empresaria. La verdad es que todo se me antoja. Me gusta ser mamá, aunque también fantaseo con ser una alta ejecutiva soltera. Me imagino viviendo en el campo, en la playa, en México, en Europa. A mi no me importa lo que soy, mientras sea vista. Y como el escritor que justificadamente se siente envidioso de la fama de los ‘no escritores’, de los famosos que escribieron un libro y son los más buscados en la firma de libros de la Feria, a mi me matan de envidia los logros ajenos. Hasta los chistes que no se me ocurrieron y los kilómetros que no corrí me ponen nerviosa.
A veces siento que sin logros no existo. Me da pánico desaparecer. Peor aún, pasar desapercibida. Yo quiero escribir un libro por ser famosa o ser famosa por escribir un libro. Pero ser famosa. Ser vista. Tener una fila de personas ansiosas de llegar por mi firma, mis palabras, por ser vistas por mi. Personas que, a diferencia de mi, no cuestionan la validez de mi existencia.
Los domingos, traen consigo la columna semanal de Juan José Millás. Me parece especial e interesante el texto que resulta de la imagen que elige. En un esfuerzo por ampliar los temas de los que escribo, me he propuesto, responder – también semanalmente – con otro texto a la imagen y/o al texto de su columna.
Haz clic para leer la maravillosa columna de Juan José Millás en el País Semanal
