5 de agosto de 2018
Hoy, a un óceano de México y casi 30 años de conocer a Maruja, me entero que murió. Me entero feo, de lejos, por whats app y gracias a una esquela. Me doy cuenta que con esa noticia, se materializa que perdió, que ganó su enfermedad. Me entero de lo que perdió Jimena mi amiga, Gerardo su nieto. Mi corazón. El mundo.
Hoy, para mi, fue el primer día de un mundo sin Maruja. El mundo, mi mundo, sin saberla a ella en él, está triste. Pero, inevitablemente, lleno de luz, de vida, de amor, de Maruja.
Por que no hay mundo sin Maruja, no hay Maruja sin amor. Un ser de luz, paz, generosidad, que vivió conmigo mis años más difíciles y quien sembró en mi el amor por el amor y por ahora y para siempre.
Te quiero Maruja! Te cuido a tu changa y a tu nieto. Te quiero.
