9 de mayo de 2016
En un esfuerzo por escribir de manera más constante me propuse un calendario de contenidos. Todo pintaba bien, hasta que empezó la salida a clases…
Desde hace un par de semanas, me propuse escribir por lo menos 3 veces a la semana en el blog. Quise escribir 1 artículo dedicado a los alti-bajos que voy viviendo como mamá, 1 dedicado a mi yo más literario y 1 dedicado a despertar o contagiar creatividad). Todo iba viento en popa, EN PAPEL, hasta que empezaron todas las cosas del cierre del ciclo escolar: festivales de cierre, clases públicas, entregas de calificaciones, salidas temprano, y por su puesto una que otra calentura de las niñas.
Total que como he tenido más trabajo, no he podido dedicarle tiempo de calidad, pero como tampoco quise romper el compromiso a la segunda semana, me puse a escribir como loca en ratitos. ¿El resultado? USTEDES ME DISCULPARAN, pero siento que unos artículos de bastante medio pelo. No me gustaron nada. Está de lo más difícil tratar de crear contenidos de calidad, que despierten una conversación o una reflexión, y a la vez sean consistentes, a pesar de que en mi vida personal haya o no suficiente tiempo.
En fin, NO SON GALLETITAS. No está fácil generar varios artículos en una sentada. PERO, la constancia es bien importante. ¿Qué hacer?
Por lo pronto les puedo decir que hacerse de un hábito diario, EL QUE SEA, lo que sea que persiga un interés personal, ¡VALE TODA LA PENA! Solamente así mantenemos un compromiso con nosotras mismas, nuestro yo de antes de ser mamás, o novias, o esposas. Solamente recordando lo que nos apasiona, haciéndole tiempo y dedicándole algo de energía, lo mantenemos vivo. Solamente así, mantenemos viva nuestra esencia.
Lo fácil es crecer, es hacernos adultos, responsables. Lo difícil, recordar, perseguir, sudar, el yo que fuimos desde niños, los sueños, las loqueras. Nunca somos demasiado grandes, nunca estamos demasiado cansados o gastados. SIEMPRE, SIEMPRE, ES BUEN MOMENTO PARA HACER LO QUE NOS HACE VIBRAR, LO QUE NOS HACE FELICES, LO QUE NOS ALIMENTA.
Así, que aunque estas semanas tan complicadas escriba BASTANTE CHAFA, aquí estoy, con la promesa de que en breve, la cosa mejorará. Sobre todo, con el compromiso personal de no dejar dormidos mis proyectos.