8 de diciembre de 2015
A raíz de mi chamba, estuve entrevistando personas de la tercera o casi cuarta edad (noventa y tantos).
Este proyecto por demás entretenido e interesante, me resultó sumamente revelador. Los viejitos (algunos más alegres que otros), estaban en extraordinaria lucidez mental y bastante buena condición física.
Noté tres constantes:
Todos, sin excepción, toman un tequila (no una copa), tequila. Con botana a medio día, todos los días.
Fueron fuertes, aventados, de avanzada. Abiertos, valientes. Resistieron reveses importantes.
Son orgullosos, independientes, necios.
Como ya soy necia, independiente y siento que, bastante resistente, solo me falta a partir de hoy, echarme mi teqiilita.