A raíz de todo este tema del Phubbing – ignorar a las personas que nos rodean físicamente, por pelar a aquellas que nos rodean tecnológicamente -, me di cuenta de varias cosas:
La tecnología es tan nueva y veloz, que apenas empezamos a definir las prácticas aceptables. Es decir, apenas empezamos a civilizarla.
La tecnología es una súper herramienta, que usada de manera desmedida, promueve la desconexión del momento presente, la disminución de la atención y la franca peladez.
Es ya y será parte de la cotidianeidad de nuestros hijos; por lo que creo que vale la pena estar tan pendientes de enseñarles que se come con la boca cerrada, se dan las gracias y no se sacan los mocos; como de que el celular, ipad y demás gadgets, tienen un lugar y momento. Una dosis y reglas, que los hacen aceptables hasta deseables, tanto en nuestra soledad, como en los momentos sociales.