30 de enero de 2016.

Hace unas semanas le compré este libro a Lucía. Me gustaron uchísimo la historia y las ilustraciones. El formato también tiene lo suyo, es casi doble carta.

Nuestro libro de cabecera para dormir desde entonces, la más grata sopresa sucedió la semana pasada, cuando lucía empezó a recoger hojitas a lo largo del camino del colegio a la casa. Imaginen mi cara de emoción cuando la apresuro y me contesta:

– Estoy recogiendo comida para mi elefante –

Dije que ni loca tendríamos perro, pero déjenme decirles que es lo más divertido, tener de mascota un elefante.