28 de oct de 2018.

Desde el lunes quería escribir del descubrimiento que tuve de educar en silencio. O al menos con más silencio. De lo importante de educar con palabras: siéntate, no comas con la boca abierta, por favor, gracias, con permiso, etc. Pero también del bien olvidado silencio. Del dejar a los niños ser un poco más. Más libres, más niños, más imprudentes. Aclaro, mis hijas son preescolares. Pero educarlas menos a ser adultitos. Para dejarlas ser.

Pero eso era el lunes. Ahorita es miércoles, son las 7, mis hijas traen un ataque de risa y corren al rededor de la mesa mientras cenan y muero de cansancio. Y estoy educando en intervalos de silencio (furia, hartazgo, sueño) y voz (¡que ya!, ¡que se sienten! ¡les voy a quitar las quesadillas!), mientras escribo esto a una pésima hora (que el cansancio me sabotea), pero intentando cumplir (al menos la primera semana), con mi auto promesa de escribir diario este diario.

Me urge retomar toda la escritura creativa, pero hasta el regreso a clases, al menos esto.

En fin.

También hoy me di un agarrón con mi mamá, a quien traigo atravesada, atravesada, atravesada. No tenía claro por qué, pero hoy me quedó bien claro.  No valida. Le digo lo que siento, lo que necesito, y como a su juicio no es verdad (como si pudiera nadie decidir que percepciones o sentimientos son o no verdad) y como a su juicio no está buena onda lo que siento, pues a invalidar y a juzgar. Como resultado, desaparezco, desaparezco entre lo que ella considera que debe ser, que debo sentir, que debo pensar. Me enfurece.  Ojalá esto fuera de hoy en la mañana, esto ha sido de toda la vida.  Entre su mochilería, su enemistad con las emociones negativas y su ceguera con mis dos hermanas enfermas, no hay cabida para mis frustraciones, mis enojos, mis necesidades.

Así que hoy, con poquísima inspiración, con mucho cansancio y con ganas de cumplir, puedo cerrar diciendo: ojalá sepa yo respetar y validar a mis hijas, dar cabida a todas las emociones, educar bien, sin anticiparme a las conductas que tocan más adelante.