A las 6 de la tarde, la idea de chambearle 2 o 3 horas más me parece imposible.
Luego pienso; por qué estoy tan cansada si no hice nada (además de preparar desayunos, lunchs, comida, cena, recoger la casa, cuidar niñas, sacar pendientes, estar involucrada en la vida de mi familia y amigos).
La verdad es que aunque parezca tonto, apenas capto que el trabajo de ser papas es enseñarle a una personita todo aquello que un día (más pronto que tarde), le parecerá obvio.
Ni siquiera hablo de lo emocional o lo profundo. Hablo de lo más básico.
Tengo una niña de 2 años y una de 5 meses, recapitulando, me doy cuenta que les hemos enseñado a dormir, comer, hablar, razonar, ir al baño, bañarse.
Después de cachar este veinte, me pareció fascinante y casi increíble, pensar que hasta cierto punto, hoy fui al baño, comi, bebí, hablé y me lavé los dientes, gracias a mis papas.