21 de mayo de 2016
Hay un CEO brasileño que perdió a sus padres y abuelos muy jóvenes víctimas de un cáncer mega agresivo. Éste señor (Ricardo Semler), además de ser muy listo y muy interesante, pensó que era tonto esperar a que le dieran la noticia de que le quedaba poco tiempo. Decidió adelantarse. Empezó a dedicar 1 día a la semana a hacer o vivir como lo haría si hoy le dieran ésa noticia. Desde que se le ocurrió su idea, los miércoles, son sus terminal days.
¿Buen concepto no? me dejó pensando.
Primero, en que es muy cierto que vivimos dominados por los deberes, los teneres, por perseguir una zanahoria que quién sabe cuándo o cómo llegó a nuestra cabeza. Es cierto que nos falta correr menos y detenernos a pensar y sentir más en cómo queremos navegar esta tierra.
Segundo, me dejó pensando en ¿cuál es mi propósito? ¿Cómo viviría yo si me dieran la noticia? ¿qué empezaría a hacer diferente? Como mi primer instinto fue -¡que buena idea, quiero hacerlo!- quería saber a qué dedicar mi terminal day. Pero entonces pensé que no me bastaba 1 día, que prefería tener una vida terminal. Así que empecé a pensar qué depuraría si me quedaran pocos meses, en qué me enfocaría. La verdad es que pocas cosas. Creo que lo único que haría menos, es ver Tele, porque en serio es un lujo que ya no me quiero permitir, me roba tiempo, energía, creatividad y la verdad ¡me encanta! Lo que empieza como media hora, acaba en maratones de hasta 6 horas. Y disfrutar o dedicar más tiempo en pareja.

Creo que por suerte, sin querer queriendo, y a punta de mucha chamba y frustración, he ido revelando a mi Yo terminal. Seguramente a causa de mi historia. Como Ricardo, fui tocada por la muerte de mi hermana desde muy chica, nací en una familia donde la muerte era una tema siempre presente, inminente. Desde que me acuerdo y hasta los 11 años (que tenía yo cuando ella murió), he estado en contacto con el concepto de la temporalidad de nuestra existencia.
El caso es, que se me hace muy pertinente la invitación a desarrollar un «Yo Terminal», y evaluar nuestra vida con ésos lentes. Pues creo, que lejos de volvernos egoístas, seguramente nos enfocaremos en lo que importa, le daremos un sentido más profundo hasta a la menos relevante de las tareas.

Mi Yo terminal, quisiera dejar una huella en las personas que la vida me acerca.
Mi Yo terminal, quisiera haber transmitido a mis hijas los valores y herramientas necesarias para que sean personas felices, completas, generosas, realizadas, agradecidas.
Mi Yo terminal, quisiera haber desarrollado mi potencial creativo y profesional al máximo, dejar algún tipo de legado producto de mi creación (un libro, piezas, un descubrimiento, algo).
Mi Yo terminal, quisiera saber que hizo feliz a mi familia, que sumé a su desarrollo individual, le metí color, los hice reír.
Mi Yo terminal, quisiera estar en paz con haber dado de regreso lo más que puedo, a quienes la vida me pone cerca y no han tenido la suerte que yo tuve de nacer cómo y dónde nací.
Mi Yo terminal,quisiera tiempo para explorar la creatividad de lleno; conceptualizar y ejecutar piezas que combinen diferentes disciplinas (animación, literatura, diseño, edición, filmación, investigación, arte objeto, sociología)
Mi Yo terminal,quisiera dejar este mundo, tantito mejor que cómo lo encontré.
Mi Yo terminal,quisiera reír, reír mucho, abrazar, querer, disfrutar, ver lo bueno y dejar de perder energía en lo malo, en lo que no me gusta. Exigir menos, escuchar más, entender más. Juzgar menos y acompañar más.
A Mi Yo terminal lo desgasta la envidia, lo distrae, el miedo, la frustración, la prisa. El exceso de control. A mi Yo terminal lo amenaza el paso del tiempo. No hay horas que alcancen para querer vivir todo, compartir todo, pensar y sentir todo lo que quisiera.
¿Cómo viviría tu Yo Terminal?