2 de mayo de 2019

Mañana hace 8 años, pasé de la fantasía a la realidad de ser mamá. Con el perfil académico que me caracteriza, me negué, cosa rara, a estudiar antes de que llegaras. Por primera vez, elegí no prepararme. No quería que nada ni nadie me dijera qué esperar, me sugestionara o me diera instrucciones de cómo debía de ser. Supongo que fue mi forma inconsciente de protegerme de mi perfeccionismo. Como dice el dicho, ‘el placer de la ignorancia’. En fin, llegué al hospital a las 7am para la inducción del parto, con la compu lista para un atracón de series (pues me habían dicho que los el primer parto es lentísimo) y más emocionada que asustada.