19 de abril de 2017.

Ayer estaba viendo una TED Talk de Andrew Stanton, uno de los escritores de Pixar. No cualquiera, no de los responsables de WALL-E, Nemo y Toy Story, así que imaginarán un increíble contador de historias.  En su plática trataba de describir los elementos que hacen una buena historia. Entre los elementos habló de la fuerza de sentirse «maravillado» por algo. La forma en la que la sensación de «wonder» nos toca con esa posibilidad de fantasía. Ese «despegarnos del piso».

When I was five, I was introduced to possibly the most major ingredient that I feel a story should have, but is rarely invoked…the secret sauce, is wonder. Wonder is honest, it’s completely innocent. It can’t be artificially evoked. For me, there’s no greater ability than the gift of another human being giving you that feeling — to hold them still just for a brief moment in their day and have them surrender to wonder. When it’s tapped, the affirmation of being alive, it reaches you almost to a cellular level. And when an artist does that to another artist, it’s like you’re compelled to pass it on. It’s like a dormant command that suddenly is activated in you, like a call to Devil’s Tower. Do unto others what’s been done to you. The best stories infuse wonder.

And when an artist does that to another artist, it’s like you’re compelled to pass it on. 

¡Eso es! ¡Eso es!  ¡Eso es lo que quiero hacer! Describió exactamente lo que a nivel inconsciente sabía pero sabía que sabía. Es lo que me hizo querer estudiar cine, querer estudiar diseño, querer ilustrar, querer escribir, querer crear. Cada que un arte me toca, me maravilla, me transforma, algo se enciende. Entra en mi una urgencia de crear y tocar, de «pasar la voz».

En estos días que estoy tratando de distinguir por qué hago lo que hago, donde empieza el querer o el deber, donde es el ego y donde es el miedo y donde es el deseo, me vino como anillo al dedo.

Quiero crear porque quiero tocar a otros. Maravillarlos. Despegarlos del piso. Que me hagan sentir lo que sentí la primera vez que vi una animación de plastilina, o fui al museo de Peggy Guggenheim.  Quiero hacer reír y llorar, escribir un libro que transforme desde la raíz, que se quede contigo. Ese quiero que sea mi legado.

Pensaba que quería lo que veía en los creativos que admiro de los festivales por egocéntrica, por el reconocimiento y la fama, pero ahora capto, que lo que quiero es ser como ellos. Provocar como ellos.

Cuando un creativo conecta con otros, provoca cosas, de alguna manera, pone en marcha los engranes del mundo.

¿Does it matter?

¿Does it matter to me?

¿What matters to me?

¿Why does it matter?

Quiero dejar el mundo al que llegué con más «wonder».

Crear posibilidad, fantasía, puentes, transformación.

I am compelled to pass it on.