Creo que todos los que somos madres o padres, vivimos el deseo de hacerlo bien y el miedo del costo que puedan tener nuestros errores en la autoestima de los hijos. También creo que muchos tenemos historias difíciles que contar con respecto al rol que tuvieron nuestros padres en muchos de los miedos, culpas e inseguridades que sentimos.

Creo que la mayoría tememos repetir lo que no nos gustó de nuestros padres y tenemos fantasías de lo que sí queremos lograr con nuestros hijos.

El libro Rising Strong de Brené Brown, intenta responder cómo educar sin avergonzar.

Para dar un poco de contexto: el libro que promueve escribir la peor versión que tenemos de nuestra propia historia (literalmente vomitarla), para identificar qué estamos sintiendo, qué hay debajo de todas esas ideas equivocadas que tenemos ancladas como «no valgo», «no me quieren», «no soy inteligente», etc. lidiar con el miedo, la pérdida, la tristeza, el enojo, la vergüenza, la culpa, para poder escribir nuestra nueva historia. El libro propone lo siguiente para educar sin lastimar, sin avergonzar, sin crear culpas.

  • No es posible educar hijos con mayor resiliencia a la verguenza que los padres
  • Podemos elegir no avergonzar a nuestros hijos, pero lo que tenemos que trabajar, es ser el adulto que queremos que sean. Es decir, ser padres resilientes a la vergüenza.
  • Padres que se saben valiosos. Padres que no se definen por lo que hacen, ganan o producen.
  • Padres que toleran la decepción y los fracasos y no se lastiman o se atacan cuando fracasan.
  • Padres que hablan abiertamente acerca de su vulnerabilidad y miedos
  • Padres que se esfuerzan, se equivocan, se disculpan.

Queremos ser la mejor versión de nosotros. No padres perfectos. Padres resilientes.

Se da por sentado que no son aceptables prácticas que avergüenzan como:

Apodos y etiquetas. Ni de padres a hijos, ni entre hermanos. Crear un ambiente libre de vergüenza. Nunca es tarde. Nunca es tarde para establecer las formas en las que es aceptable comunicarse y expresarse.