11 de mayo de 2017

Después de dos meses de intentar ir con una nutrióloga y hacer dieta, este lunes hice un cambio de estrategia. Siempre lo había sabido, pero lo comprobé, hacer dieta, NO ES LO MÍO. Nada me pone de peor humor que limitarme, que me digan qué hacer, que comer de tarea, lo que toca. Pasaron dos meses y no logré matar el antojo. Así que me inscribí a entrenar con un equipo de corredores. No quiero convertirme en corredora. Tengo que hacer investigación, pero hace un año me tocó un ortopedista en la misma mesa en los cuarenta años de un cuate y me dijo que sus mejores clientes eran los corredores. Que esta nueva tendencia iba a pagar la colegiatura de sus hijos.  Así que no tengo pensado volverme corredora, de hecho quiero cuidar mucho las rodillas, pero tengo que hacer algo, lo que sea, menos dieta.

En fin, llegué al parque a pedir informes y además de que me cayó increíble el entrenador y me sentí bien en la sesión de prueba, me llamó la atención que le llama entrenamiento.  Y sí, porque el grueso de la gente que va, se está preparando para algo, un medio marathón, el marathón de la CDMX, etc. Aunque yo no me inscriba a ninguna carrera porque me dan demasiada ansiedad los tumultos, me gustó mucho el enfoque de «entrenamiento». Me enganché. Tengo que ir todos los días de la semana menos 1. La base son 5kms a corre, corre, o camina, camina, o camina, corre, pero 5kms.

Llevo 3 días. Estoy feliz.

  1. Me urge y ya me hice a la idea, de que 1 hora al día dedicada a actividad física, no es vanidad, es necesario, es parte de llegar a los 40 para aspirar a una edad madura con un cuerpo que me aguante el ritmo.
  2. Arrancar el día habiendo palomeado algo que me cuesta tanto trabajo, me está dejando un rush de satisfacción increíble.
  3. Arrancar el día habiendo hecho ejercicio, sí se siente diferente. Sí relaja. Lo recomiendo.
  4. Poder comer pan otra vez, sin culpa, uffffff, re contra worth it
  5. La estructura de arrancar el día con lo mismo, seguirlo con la oficina, me está ayudando harto con el manejo de ansiedad.

No canto victoria, me distingo por arranques fuertes y tirar la toalla, pero tengo mucha fe, porque estoy comprometida hace dos años con integrar el deporte a mi vida, y aunque no he podido ser 100% constante hasta ahora, he sido constante en no dejar de intentarlo. Llevo varios experimentos, varios intentos, varias altas y varias bajas, pero aquí sigo.

PD.

Oir TED mientras corro, altamente recomendable, me inspira y me deja lista para llegar a aterrizar ideas en la oficina.