10 de agosto de 2015

Soy una ex-workoholic, mamá de dos niñas; Inés de 6 meses y Lucía de 2 años. Mi vida no cambió tanto de cero a 1 hijo, pero de 1 a 2….

¿Por dónde empezar? Cambió mucho, a sólo 5 meses de estar en esto, me di cuenta que extrañaba mucho trabajar, que mi yo productivo no le veía valor a lo que hago todos los días para mi familia. Después de varios días medio desmotivada (hasta ir a hacer el súper me costaba trabajo), me puse a leer otros blogs (muchos, muchos) de mamás que trabajaban y tenían gran parte de su identidad ligada a una vida tradicionalmente productiva. 

Leí consejos que me cambiaron el panorama:

– «Siempre que puedas, báñate y arréglate en cuanto te lenvantes»

– «Sal aunque sea a dar la vuelta a la manzana»

– «Cuida y frecuenta a tus amistades y familia»

– «Planea tu día siguiente la noche anterior»

– «Has algo que veas productivo, aunque sea chiquito»

– «Has algo que sea sólo tuyo y sólo para ti»

 ¿Suenan obvios no?, pero no hacía ninguno de esos. Así que como la nerd que soy, muy aplicada, empecé a hacer los primeros 4, pero no tenía ni idea por donde empezar con los últimos dos.

Fue entonces cuando se me ocurrió postear todo lo que hago, leo, pienso y siento en esta etapa. Así nació este blog. Se siente increíble! Le dio un nuevo sentido a todo lo que hago. Sorpresa total, porque no soy nada fan de Publicar en mi estado de Facebook.

Me encanta esta etapa, pero no cabe duda que hay mucho ajuste en la identidad de una mujer al entrar a la maternidad.