1 de febrero de 2016
La primera vez que escuché la frase: Now gets high priority, la anoté porque me gustó el sentido de urgencia que me transmitió. Sentí que capturaba esa sensación mía de que la vida se desperdicia y se escapa sino le sacó jugo a cada segundo.
En su momento la anoté en este blog y la guardé como draft. Hoy que me reencuentro con el viejo draft, me doy cuenta que vuelve a gustarme la frase, pero desde otra perspectiva. NOW gets high priority, porque es un regalo, porque cada día es una oportunidad de empezar de nuevo. De reinventarme. Completarme. El realismo inescapable de ese NOW que es lo único que puedo controlar. Por fin dejé morir la fantasía de plantearme metas ambiciosas, a corto plazo, incompatibles con mi NOW de mamá. Sustituí la visión urgente de un NOW or NEVER, por un for NOW, for EVER.
Curiosamente, lejos de sentirme menos, conformista, o frustrada, estoy creando más que nunca. Me estoy planteando más retos que en toda mi vida, y lo mejor, es que aún de NOW and NOW, pasito a pasito, veo como voy construyendo todo aquello que me llena de vida y realización.